El mejor regalo para una profe es ver las sonrisas de sus alumnos ante el esfuerzo y trabajo, eso no hay quién lo pague. Ver la ilusión con la que cada día nos mandáis vuestros trabajos nos hace sentirnos especiales y nos recuerda que escogimos la mejor profesión del mundo. Menuda lección nos han dado los niños. Mi aplauso de hoy va para ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario